martes, 19 de mayo de 2009

En sueños me convierto




Anoche tuve un invitado en casa, era difícil saber a que mito se apegaba esta vez; ella, que de tan dulces poemas proviene, habitante de los sueños, mensajera de los dioses más excelsos y poderosos, consejera del hombre, es completamente neutra en cuanto se refiere a la bondad o maleficio de si misma, ella solo le ha servido al hombre para simbolizar sus valores mas intensos -belleza, muerte, cambio, misterio, guía, secreto- y viene a nosotros en diferentes ropajes, depende de nosotros la interpretación que le entendamos, se vuelve la interpretación de nosotros mismos; tan sensual.

Esta bella chica se poso en mi techo y yo, sin entender que me quería decir en este nocturno día, solo le di la curiosidad que se le tiene a un nuevo inquilino, el resultado fue una insinuación que llamaba mis instintos a percibir la belleza que por ella va implícita, pero con una ligera advertencia provocada por su vestido nocturno,¡misterio!¡cambio! y quizá...¡muerte!.

Redundando a la transformación, aunque yo con mi posición, siempre humana; pequeño humanito, tuve el típico miedo a lo desconocido, así que se me hizo fácil no tomarle mas importancia e irme a dormir. Ya en mi propio lecho noté que me había seguido hasta ahí, dispuesta a compartirlo conmigo, pero volvía a dudar por la impresión que tenía a causa de su vestido nocturno y la verdad la prefería desnuda y sin secretos, aunque por su naturaleza ella decidió no descubrirse y, mostrárseme vestida de misterio. Entonces me vi con la necesidad de brindarle a ella el respectivo ritual que por mi devoción le suelo hacer para desnudarla y conocer sus más íntimos secretos, claro, sin saber sus intenciones dispuesto a dejarla que disponga de mi en su mundo natal del cual me a enseñado a ser su guerrero, haciéndome sentir que pertenezco a este tan hermoso mundo, mi mundo... onírico.

...Abro los ojos, y lo primero que hago este día es reconocer la luz, intentar aprehenderla, no deseo caminar ciego sobre el “do”, -¡mirad capitán!, el resplandeciente océano de luz que guía la nave con coraje, alumbraos nos envuelve en capullos de hiper realidad, estrepitoso sea su oleaje entre vosotros, los hijos del camino, tritones cobijados en luz, y asesinos del ignorante- necesidad de uno que es amante de ciertas cosas, tesoros obtenidos en las orquestales orgías con la vida, pero... ¡aghhhhh!  ¿? ¡aaaahhhhh! ¡duele! mI...eSpALdA...me DueLe, no puedo... moverme.

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