Camino solo entre el bosque, entre el misterio,
quiero estar solo de hombres,
busco acompañarme y refugiarme entre mis anomalías,
pero ellas a veces no quieren salir.
A veces salen anomalías negativas que me hunden mas en
la ansiedad
y la tristeza,
me ahogo en mis propios gritos de desesperación,
deseo que las sombras no amarren mi alma,
mis lágrimas corren como las de Edipo,
me ciegan y me torturan ,
solo siento escurrir sangre de los ojos,
tal es mi melancolía... me desangra.
A veces, muy seguidas, siento que mi lucha es vana
solo sirve para reír un rato de lo imposible,
de la libertad,
del amor,
de los sueños;
solo son lindas anomalías, son mis estandartes
y son por lo que lucho.
Aunque un día, una mariposa en el bosque me dijo que para ganarte los sueños no debes pelear por ellos... sencillamente tienes que vivirlos...
Y por eso llamo a mis anomalías.
espíritus que acuden a mi cuando quiero jugar,
pero las más extrovertidas son las que mas se parecen a mi ánimo del momento,
hay unas que son mas discretas y sutiles... nunca me abandonan, son las mas fuertes y las que mas me ayudan.
Siempre que observo esta parte del bosque, de las más profundas, encuentro nuevas anomalías interesantes que habían estado escondidas. Pero siempre me acompañan.
La que llevo mas tiempo de conocerla y con la que mas me identifico es
“el ángel de los sueños”
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